Centros históricos de Cusco, Lima y Arequipa. Fundamentación oficial de la UNESCO para su reconocimiento como Patrimonio Mundial
Para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un valor universal excepcional y cumplir al menos uno de los diez criterios de selección.
Criterios de selección:
(i) Representar una obra maestra del genio creativo humano.
(ii) Exhibir un importante intercambio de valores humanos, durante un período de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, sobre desarrollos en arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño del paisaje.
(iii) Dar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización viva o desaparecida.
(iv) Ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra etapas importantes de la historia humana.
(v) Ser un ejemplo sobresaliente de un asentamiento humano tradicional, uso de la tierra o uso del mar que sea representativo de una cultura (o culturas) o interacción humana con el medio ambiente, especialmente cuando se ha vuelto vulnerable bajo el impacto de un cambio irreversible.
(vi) Estar asociado directa o tangiblemente con acontecimientos o tradiciones vivas, con ideas o creencias, con obras artísticas y literarias de importancia universal excepcional. (El Comité considera que este criterio debería utilizarse preferentemente junto con otros criterios).
(vii) Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética.
(viii) Ser ejemplos sobresalientes que representan las principales etapas de la historia de la tierra, incluido el registro de la vida, procesos geológicos importantes en curso en el desarrollo de accidentes geográficos o características geomórficas o fisiográficas significativas;
(ix) Ser ejemplos sobresalientes que representen procesos ecológicos y biológicos significativos en curso en la evolución y desarrollo de los ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos y comunidades de plantas y animales.
(X) Contener los hábitats naturales más importantes y significativos para la conservación in situ de la diversidad biológica, incluidos los que contienen especies amenazadas de valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o la conservación.
CENTRO HISTÓRICO DEL CUSCO
Situada en el corazón de los Andes, esta ciudad se convirtió bajo el gobierno del Inca Pachacútec en un centro urbano complejo con funciones religiosas y administrativas diferenciadas. Su área circundante estaba dividida en zonas claramente delimitadas para la producción agrícola, artesanal y manufacturera. Al adueñarse de la ciudad en el siglo XVI, los conquistadores españoles conservaron su estructura, pero construyeron iglesias y palacios sobre las ruinas de los templos y monumentos de la ciudad incaica.
Valor universal excepcional
[…] El notable sincretismo de la ciudad es evidente no solo en su estructura física sino también en la expresión artística del Virreinato. Se convirtió en uno de los centros de creación y producción de arte religioso más importante del continente. También es importante por las costumbres y tradiciones de su población, muchas de las cuales aún conservan sus orígenes ancestrales. De su complejo pasado, tejido con importantes eventos y hermosas leyendas, la ciudad ha conservado un notable conjunto monumental y coherencia y es hoy una asombrosa amalgama de la capital Inca y la ciudad colonial […]
Criterio (iii): La ciudad de Cuzco es un testimonio único de la antigua civilización Inca, corazón del gobierno imperial del Tawantinsuyu, que ejerció control político, religioso y administrativo sobre gran parte de los Andes sudamericanos entre los siglos XV y XVI. La ciudad representa la suma de 3.000 años de desarrollo cultural indígena y autónomo en los Andes del sur del Perú.
Criterio (iv): La ciudad de Cuzco brinda un testimonio único de los logros urbanos y arquitectónicos de importantes asentamientos políticos, económicos y culturales durante la era precolombina en América del Sur. Es un ejemplo representativo y excepcional de la confluencia de dos culturas distintas; inca e hispánica, que a través de los siglos produjeron un sincretismo cultural sobresaliente y configuraron una estructura urbana y forma arquitectónica única.
Integridad
La Ciudad de Cuzco mantiene la organización espacial y la mayoría de los edificios de la antigua capital del Imperio Inca y el Virreinato. A lo largo de sus calles y plazas muestra sus características urbanísticas y arquitectónicas originales. A pesar del crecimiento urbano, los sectores que componen la ciudad imperial Inca son reconocibles, entre ellos las antiguas estructuras de piedra y su avanzada técnica constructiva. Dichas estructuras delimitan y encierran calles y canchas (unidades de vivienda), sobre las cuales se levantaron casas, monasterios e iglesias coloniales y republicanas que mantuvieron intactos todos sus componentes arquitectónicos y obras de arte en su interior. Todo este conjunto de atributos se puede encontrar inalterado dentro del área delimitada manteniendo su integridad estructural, material y urbana. […]
Autenticidad
La autenticidad de la Ciudad del Cuzco se sustenta en la evidencia física de su composición urbana en calles y plazas, trazado original, valores urbanos y arquitectónicos, uso del espacio y la arquitectura Inca y Colonial. Estas características son testimonio de la importancia del Cuzco como centro del poder político y de su simbiosis con los patrones de asentamiento y ensamblaje colonial del siglo XV, lo que nos permite comprender con mayor claridad la ciudad y sus procesos históricos. La originalidad y autenticidad del sitio también está respaldada por documentos del siglo XVI recopilados por testigos directos desde la conquista hispana. Los factores que amenazan los atributos de la Ciudad del Cuzco no han afectado la autenticidad de sus elementos básicos. Sin embargo, el nuevo desarrollo turístico está amenazando la conservación y la capacidad funcional de los edificios antiguos, que en algunos casos son alterados o reemplazados por nuevos edificios para el turismo y el comercio, reubicando a los habitantes originales en la periferia. […]
CENTRO HISTÓRICO DE LIMA
Aunque severamente dañada por los terremotos, esta ‘Ciudad de los Reyes’ fue, hasta mediados del siglo XVIII, la capital y ciudad más importante de los dominios españoles en Sudamérica. Muchos de sus edificios, como el Convento de San Francisco (el más grande de su tipo en esta parte del mundo), son el resultado de la colaboración entre artesanos locales y otros del Viejo Mundo.
Valor universal excepcional
El Centro Histórico de Lima, conocido como la “Ciudad de los Reyes”, está ubicado en el valle del Rimac, y fue fundado por el conquistador español Francisco Pizarro en enero de 1535 en los territorios dominados por el Cacicazgo del Rímac. Lima fue la capital política, administrativa, religiosa y económica del Virreinato del Perú y la ciudad más importante de los dominios españoles en Sudamérica. La ciudad tuvo un papel protagonista en la historia del Nuevo Mundo desde 1542 hasta el siglo XVIII cuando la creación de los Virreinatos de Nueva Granada (1718) y del Río de la Plata (1777) acabó gradualmente con la omnipotencia de la colonia española más antigua en América del Sur.
El proceso de evangelización trajo varias órdenes religiosas a finales del siglo XVI. Obtuvieron un gran reconocimiento que se tradujo en la construcción de numerosas iglesias y conventos de gran extensión y sofisticación. Además, se construyeron hospitales, escuelas y universidades. La Universidad de San Marcos fue construida en 1551. En estos lugares se organizaba la vida social y cultural de la ciudad, dando al Centro Histórico una imagen conventual que caracterizó el perfil urbano de la ciudad hasta la mitad del siglo XX. Allí tuvo lugar la creación y producción artística de alto nivel e influyó en la mayoría de las regiones de América del Sur. El cambio demográfico, de la ciudad colonial a la actualidad, explica las serias modificaciones del paisaje urbano. En la actual área metropolitana se aprecian escasos vestigios del centro histórico de Lima, a excepción de algunos conjuntos notables: la Plaza de Armas (con la catedral, la capilla del Sagrario, el palacio arzobispal), la Plaza de la Vera Cruz con el Santo Domingo, y especialmente el conjunto monumental del convento de San Francisco. Aunque el desarrollo urbanístico del siglo XX -la construcción de la Avenida Abancay en 1940- ha ido reduciendo este inmenso dominio, San Francisco aún presenta un conjunto de edificios conventuales que destaca por su superficie, su coherencia, la belleza de la arquitectura. y la riqueza de la decoración de interiores.
Muchas de las obras públicas construidas durante el virreinato son hoy importantes monumentos Históricos, como el puente de piedra sobre el río Rímac, el Paseo de Aguas, la Alameda de los Descalzos y la Plaza de Toros de Acho ubicada en el actual distrito de Rimac, y el Cementerio General, actualmente denominado Presbítero Matías Maestro. […]
Criterio (iv)
El Centro Histórico de Lima atestigua la arquitectura y el desarrollo urbano de un pueblo colonial español de gran importancia política, económica y cultural en América Latina. Representa una expresión destacada de un proceso cultural regional, que conserva sus valores arquitectónicos, tecnológicos, tipológicos, estéticos, históricos y urbanísticos adaptados en cuanto a disponibilidad de materiales, clima, terremotos y requerimientos de la sociedad. San Francisco de Lima es un destacado ejemplo de conjunto conventual de la época colonial en América Latina y es uno de los más completos.
Integridad
Aunque seriamente dañada por los terremotos (1940, 1966, 1970 y 1974), el área delimitada como Centro Histórico de Lima cuenta con todos los elementos y características físicas que transmiten su Valor Universal Excepcional, dentro de una extensión suficientemente amplia, incluyendo además del trazado urbano, el Convento de San Francisco, y varios testimonios de arquitectura civil doméstica, pública, religiosa, militar e industrial del siglo XVII al XX d.C.
Asimismo, las características urbanísticas y edificatorias permanecen en la zona de amortiguamiento, donde se encuentran muchas construcciones principalmente del siglo XIX y principios del XX d.C. que atestiguan el desarrollo urbanístico del Centro Histórico. […]
Autenticidad
La autenticidad del Centro Histórico de Lima se mantiene intacta ya que conserva en gran medida los rasgos originales de su diseño de cimentación urbana, a modo de tablero de ajedrez, y el área de expansión del siglo XVI al XIX, incluyendo antiguos caminos prehispánicos con rumbo Norte (Chinchaysuyo) y Oriente (Antisuyo).
Los edificios públicos, privados y religiosos conservan en general sus valores arquitectónicos, tecnológicos, tipológicos, estéticos, históricos y urbanos, resultado de la implantación de estilos europeos de diferentes etapas del proceso de evolución histórica de la ciudad desde el siglo XVI al XX. Estos edificios también se adaptaron al entorno regional en términos de disponibilidad de materiales, clima, terremotos y requisitos de la sociedad. Asimismo, los usos, funciones y tradiciones relacionados con la vida de la ciudad otorgan al Centro Histórico un carácter, singularidad e identidad propia. Representa una expresión única e irrepetible de un proceso cultural regional, a pesar de los terremotos, la especulación inmobiliaria y el comercio informal, entre otros aspectos. Sin embargo, las condiciones de autenticidad se ven amenazadas por intervenciones inapropiadas que deberán controlarse mediante la aplicación de normas y directrices precisas.
CENTRO HISTÓRICO DE AREQUIPA
Construidos con la roca volcánica denominada sillar, los edificios del centro histórico de Arequipa son representativos de la fusión de las técnicas de construcción europeas y autóctonas, plasmadas en el trabajo admirable de los arquitectos y maestros de obras españoles y los albañiles criollos e indígenas. Esa fusión se patentiza en los robustos muros de las edificaciones, las arcadas y bóvedas, los patios y espacios abiertos, y la compleja decoración barroca de las fachadas.
Valor universal excepcional
El centro histórico de Arequipa, ubicado en la provincia de Arequipa al pie de tres volcanes nevados, representa la respuesta integrada de manos nativas y técnicas y características constructivas con diseños europeos, expresada en el admirable trabajo de maestros coloniales y albañiles nativos. Esta combinación de influencias, y la respuesta a un terreno inestable debido a los terremotos, se ilustra con robustos muros, arcos, pórticos, bóvedas, patios y espacios abiertos, y una fuerte influencia indígena en la intrincada decoración barroca de sus fachadas.
Con sus edificios construidos principalmente en roca volcánica blanca o rosada (sillar), el centro histórico de Arequipa tiene un carácter distintivo resultante de causas naturales y contexto histórico. Las poblaciones indígenas preexistentes, la conquista española y la evangelización, el espectacular escenario natural y los frecuentes terremotos, son factores fundamentales en la definición de la identidad de Arequipa. La ciudad es el resultado de la resistencia de su gente a los procesos naturales y la capacidad de las culturas para superar las crisis. Arequipa fue fundada en 1540 en un valle que había sido cultivado intensivamente por comunidades prehispánicas. El trazado de un caserío indígena se ha conservado cerca del Centro Histórico en el distrito de San Lázaro. El sitio del Patrimonio Mundial consta de 49 bloques originales del trazado español. Además hay 24 cuadras de la época colonial y del siglo XIX. […]
El mérito de la arquitectura arequipeña no se limita a la grandiosidad de sus monumentos religiosos. También está en la profusión de casonas dignas, casas vernáculas características bien proporcionadas; el centro contiene unas 500 casonas. El espacio urbano penetra en el interior de las manzanas de la ciudad a través de grandes portales y pasillos hacia los patios, donde se reproducen las tallas de las fachadas, acentuando así la continuidad espacial. Los portales y ventanas están flanqueados por pilares y coronados por frontones salientes que se funden con los grandes muros. La economía ornamental de los pórticos armoniza con la forma de las bóvedas, las cornisas salientes y las ménsulas labradas. Las aberturas estrechas de las ventanas permiten que la luz entre en los arcos semicirculares o en los espacios del techo abovedado. Junto con los conjuntos monumentales, calles y plazas, las casonas aseguran la armonía e integridad del paisaje urbano y dan a la ciudad un valor urbano excepcional.
El centro histórico de Arequipa se caracteriza por su originalidad y presencia, respeto a la tradición, influencia en la región de asentamiento, geografía privilegiada, trazado fundacional, su esquema urbanístico y su creación, sus materiales, sistemas constructivos y decorativos, y la riqueza social y mezcla cultural.
Criterio (i): La arquitectura ornamentada en el centro histórico de Arequipa representa una obra maestra de la integración creativa de características europeas y nativas, crucial para la expresión cultural de toda la región.
Criterio (iv): El centro histórico de Arequipa es un ejemplo destacado de asentamiento colonial, desafiado por las condiciones naturales, las influencias indígenas, el proceso de conquista y evangelización, así como la espectacularidad de su entorno.
Integridad
El área de protección del centro histórico de Arequipa comprende 166.52 ha, incluye todos los elementos representativos y características físicas del conjunto urbano y arquitectónico y su evolución histórica, que expresan el Valor Universal Excepcional del sitio. El trazado urbano fundacional de la ciudad, sus entornos urbanos monumentales y las edificaciones religiosas y civiles construidas entre los siglos XVII y XX d.C., configuran su carácter histórico conjunto urbano. Asimismo, las técnicas constructivas -utilizando piedra volcánica y los trabajos de grabado de fachadas y otros- ayudan a preservar ejemplos originales e intactos que se conservan desde el siglo XVII. El centro histórico de Arequipa se integra al entorno natural y cultural del valle del río Chili, coronado por tres volcanes nevados y las terrazas agrícolas prehispánicas en el campo. […]
Autenticidad
La planificación del trazado urbano fundacional en el centro histórico de Arequipa mantiene su originalidad y gran parte del tejido urbano que expresa el carácter mixto e identidad histórica de la ciudad, y agrega un valor urbano sobresaliente al conjunto. Las técnicas de construcción con piedra volcánica y el fino trabajo escultórico de pórticos y otras estructuras grabadas en sillar también atestiguan el desarrollo tecnológico y el arte barroco mixto local conservando ejemplos auténticos e inalterados que se conservan desde el siglo XVII. Las iglesias mantienen su uso religioso; sin embargo, muchas casas señoriales han perdido su uso original como residencias y han sido restauradas y adaptadas para actividades administrativas y culturales. […]
http://whc.unesco.org/en/statesparties/pe
Fotografía: Beaterio de las Nazarenas, Cusco (Virgilio Freddy Cabanillas).